Gran artículo para leer y reflexionar durante el fin de semana. Muchas verdades juntas que merecen tu tiempo.
Felicidades a Mercè por el post.
Somos frágiles, cuando queremos. A menudo, somos diminutos.
Profundizamos en lo superfluo y convertimos lo profundo en superficial porque nos asusta. Nuestros miedos nos comprimen las ideas y nos recortan las alas, nos encierran en una caja y nos dejan ver resquicios de mundo por una rendija. Vemos pedazos de una realidad que nos parece inmutable y que no nos atrevemos a cambiar.
Somos absurdos, a veces. Convertimos lo fácil en complicado y la estupidez en dogma. Nos encerramos en círculo invisible y construimos un muro que después pasamos años intentando derribar sin demasiadas ganas. Somos nuestra propia cárcel, nuestro juez más severo, nuestro más despiadado verdugo. A veces, creamos un mundo de la nada y luego de un soplo lo destruimos por capricho.
Postergamos la felicidad esperando el momento correcto. Sentimos alegría a plazos, con desespero. Nos asusta consumir nuestra dicha a grandes sorbos y enfrentarnos luego al vacío…
Ver la entrada original 319 palabras más