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Nada es tan sencillo como parece

Leo diariamente con atención a @carlosbravo en su blog «Marketing de Guerrilla 2.0«. También sigo a Álex Navarro y sus valiosos consejos para SEO, así como al blog de Juan Merodio entre otros. Al leer a estos señores,
se me llena la cabeza de herramientas, consejos, motivación, que alimentan mi ya de por sí inquieta personalidad y me invitan a echar para adelante.

Últimamente estoy dedicando esfuerzos a cumplir uno de mis objetivos para los próximos 5 años, crear una empresa. Leyendo a estos referentes en el sector, uno enseguida se contagia: ofrecen consejos fantásticos, trucos para posicionarse mejor, herramientas para ser más visibles, cursos para enseñarte a dar los primeros (y los segundos) pasos. Pero, como grandes profesionales no ocultan que para que todas esas enseñanzas funcionen, hay que cumplir la primera de las reglas: trabajar duro y ser paciente para ver los resultados.

Sencillo no, pero sí realizable

Este fin de semana, he descubierto que eso de generar dinero con unas webs, gestionando la publicidad y el posicionamiento no es cosa de magia y reservada para la élite. Conozco al menos a una persona relativamente cercana que genera ingresos con ese trabajo. Pero cuando le pregunto por la experiencia, por el cómo se consigue y se mantiene eso, la respuesta tumbaría al 98% de la gente que se lo había planteado como opción para generar ingresos. «Con trabajo», me dice, «con muchas horas, todos los días, siendo muy constante, llevando años esforzándome en estar aquí».

Aquí está la clave. Cualquier caso de éxito suena a sinfonía celestial cuando ves la cuenta de resultados. Sin embargo, suena a marcha fúnebre cuando te cuentan las noches currando, las vacaciones…¿vaca-qué?. Empresarios de éxito existen. Jóvenes, con modelo de negocio, sin él, con ahorros, con inversores externos, con carrera, sin estudios más allá del colegio. Por supuesto que tú puedes ser el siguiente caso de éxito, pero no dejes de ver todo el pastel, esto exige y mucho.

Respuesta al título: con esfuerzo o déjalo para otros

Creo que queda claro que no hay magia ni duros a cuatro pesetas. Lo más cerca que he estado de esos miles de cursos online, vídeos, blogs, etc. que te prometen ingresos sustanciales en unas semanas por montar una página, conseguir unos enlaces y poco más, es a mi amigo. Y resulta que de inminente y sin esfuerzo nada, pero de éxito todo.

Por eso, antes de lanzarte al vacío de los proyectos mágicos, se consciente de que TODO requiere constancia, trabajo y sacrificio y no sólo al comienzo de la andadura, sino que te exige día a día y cada día debes dar más que el anterior. Si no quieres o no estas dispuesto a sacrificarte, a darlo todo por ese objetivo, mejor no te des el tortazo gratis. Sabéis que siempre incito al cambio y que confío en tus posibilidades, pero si ves que la piscina está vacía, leñe, seamos serios, no se va a llenar de agua cuando estés en pleno salto del ángel.

¿Y tú, sigues creyendo en tu idea como «empresa-pelotazo» o eres consciente de que por norma esto requiere muchos sacrificios?