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¿Eres de los que crees que has nacido para ser uno más? ¿Piensas que tu único fin es pasar por aquí sin que te molesten y sin molestar demasiado? Si es así, te equivocas. No hace falta que te lo diga Risto Mejide, te lo digo yo. ¡Tú sí que vales! Igual te cuesta verlo. O simplemente todavía no sabes para qué, pero te garantizo que vales para hacer cosas grandes. Ven, que te lo cuento.

Tú puedes y debes decidir sobre tu vida.

Esto es impepinable y no puedes delegarlo en nadie. Si crees que no está en tu mano, retoma el mando. Tú debes decidir y la peor decisión es la que no se toma.

Decisión y cambio van muy de la mano. El cambio es pura adrenalina, es una fuente de energía y motivación constante. No cambiar también es una opción válida y si es fruto de una decisión libre, perfecto. Pero si haces lo de siempre, no te lamentes de estar como siempre. Y que no te acongoje la incertidumbre, ¿será a mejor? ¿a peor? A mí me gusta mucho el famoso relato de Anthony de Mello, así que, ¿quién sabe?  Lo que sí sé es que el cambio en sí mismo siempre es bueno y no implica necesariamente romper con todo.

Sin embargo, tomar decisiones no es gratis. No vale con tener clara tu visión de futuro. No vale con marcarte unos objetivos concretos. No vale con «pensar en» salir de tu zona de confort. Hace falta ponerse al tema. Y aquí viene la primera criba, porque todo el mundo quiere mejorar pero son pocos los que están dispuestos a hacer los sacrificios que esto conlleva.

Tú sí que vales!

A vuelapluma

– Tú eres el único director de tu propia vida.
– Tú eres el máximo responsable de estar como estás.
– La vida que llevas es fruto de cada decisión que tomas (o no tomas)
– No necesitas demostrar nada a nadie salvo a ti mismo.
– Te prometo que tú puedes ser una persona de éxito y alcanzar las metas que, sin límites, te plantees. Ten una idea clara de lo que quieres y consíguelo. Da igual la edad, hay actores que han empezado a los 60…
– Nadie nace con el don de «me va a ir bien». Tú también puedes.
– El talento ayuda, pero la ambición lleva más lejos.
– Debes aspirar a metas que superen tus posibilidades.
– Tienes que ser absolutamente indiferente antes las limitaciones que te imponen tus capacidades actuales. No tienes más límites que los que decidas ponerte.
– Intenta hacer las cosas que te ves incapaz de hacer, supera tus miedos.
– No hay nada imposible. Si dudas, ve esto.
– Mientras haya un objetivo, no existen límites para lograr el éxito.
– Tienes que saber cuáles son tus puntos fuertes y realzarlos, exagéralos.
– Más vale pedir perdón una vez que permiso cien.
– Arrepentirse de lo que no has hecho nunca es una buena opción.

Para ti, el tiempo también va sólo hacia adelante. Hoy tienes otra oportunidad de mejorar, de afrontar un nuevo reto. Mañana también la tendrás, pero también un día menos. Recuerda: TÚ SÍ QUE VALES!!