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En primer lugar perdón por el mes de ausencia, han llegado algunos buenos cambios que me han dificultado cerrar posts. El que más cerca estuve de publicar fue éste. Llevaba cosa de un mes en mi nuevo trabajo y estaba encantado con el ambiente, los compañeros, mis funciones, etc. y quería transmitir lo importante que es encontrar TU trabajo. Pero ahora ha pasado ya otro mes, he empezado a conocer la realidad, caen las responsabilidades y claro, las cosas… NO han cambiado, sigo encantado. Conclusión: ¡He encontrado MI trabajo!

Os aseguro que lo notas desde el minuto uno. Como cuando debes elegir a un cachorrito entre varios. Al momento sabes que es él. Es más, casi te elige él a ti. La sensación con TU trabajo debe ser la misma: “estamos hechos el uno para el otro”. Tengo muy reciente mi propia experiencia: acabamos de coger un cachorrito hace 2 semanas y acabo de encontrar mi trabajo hace 2 meses. En ambos casos habrá momentos duros, dedicas mucho esfuerzo y hasta es posible que acaben siendo motivo de alguna pequeña discusión en casa. Pero tú estás encantado y se te nota. La gente te ve con buena cara, irradias felicidad. Te sientes realizado.

¿Elegir tu trabajo ideal? ¿a finales del 2012 y en España? Te acepto que suena utópico. Sin embargo, a pesar de nuestro vergonzoso 25% de paro, el 46% en el caso del juvenil, creo que lo más difícil no es encontrar ese trabajo. Lo realmente complicado es saber qué es lo que quieres hacer en este momento de tu vida. No todos nos hemos parado a analizarnos. Y es vital. Es necesario mirarse bien adentro, ser consciente de tus virtudes, saber qué te gusta hacer de verdad y por qué estás dispuesto a trabajar duro. Si este gran paso ya lo tienes superado, ahora viene «cuando la matan». Ahora te toca mandar a la mierda a tu estado de confort (responsabilidades reducidas o controladas, riesgos cero…) que es quien te aparta de tus retos y objetivos, haciendo de ti un conformista. Una vez en este punto, ese trabajo llegará…incluso en España. Yo lo he conseguido y seguro que no soy mejor que tú.

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¿Sabes qué hice? Aceptar la realidad. Miré dentro de mí y acepté que ese trabajo ya no me llenaba profesionalmente y, por tanto, necesitaba cambiar. No era cuestión de ser más o menos feliz. Fui todos los días con una sonrisa al trabajo, durante 6 años, feliz. Pero cada vez era más consciente de mi estancamiento, de que la comodidad me estaba adormeciendo (laboralmente). La decisión no era fácil, tenía unos compañeros excelentes, un trabajo que controlaba, estaba bien valorado…pero demasiado cómodo. Y esa es la señal. Tener todo controlado no es buen síntoma, significa que puedes hacer mucho más; o te reciclas o sólo vas a empeorar. Ya había dado los dos pasos principales. Sabía qué tipo de trabajo quería afrontar, con qué tipo de personas y en qué ambiente quería trabajar. Y estaba decidido a salir de mi estado de confort. Resultado: el lógico. De forma casi accidental vi una oferta que describía a la perfección las funciones que quería desarrollar en mi siguiente etapa profesional. Además, conocía la esencia que dirige la empresa. Todo lo demás fluyó.

Si te identificas. Si a ti también te gustaría cambiar. ¡Olvida la crisis! ¡olvida el paro! Piensa que hay más gente con trabajo que sin él. Da tú también los dos pasos y encuentra TU trabajo. Sea cual sea. No serás el primer doctor en ciencias físicas en montar un bar de copas, ni la primera médico en vivir de sus cupcakes. Así que encuentra dentro de ti lo que quieres y luego lánzate. Recuerda que lo arriesgado en esta vida es no arriesgar. Unos vieron riesgo en mi cambio, yo vi un proyecto precioso y sentí ilusión. El resultado está a la vista. Suerte!