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El cambio, del que hace unas semanas hablaba como clave para mejorar, no es fácil y requiere mucho esfuerzo para enfrentarse a lo establecido. Quién no ha «sufrido» alguna vez la desafortunada frase: “es que siempre se ha hecho así”. Esto hace que sea muy necesaria la figura del líder. De ese líder que se atreve a abrir caminos desconocidos.

En pocos puntos, el líder es una persona que:
– tiene el valor, la capacidad y la credibilidad de inspirar el cambio.
– tiene capacidad para efectuar y dirigir el cambio.
– tiene seguidores por adhesión, no por obligación.
– es capaz de ilusionar, movilizar y comprometer a sus seguidores en un proyecto de cambio.
– marca el camino y asume la incertidumbre.
– mueve a actuar, sabe sacar lo mejor de cada persona con la finalidad de producir un cambio.
sabe satisfacer las demandas de sus seguidores.

También podríamos enfocar el liderazgo como una consecuencia, como el resultado de disponer de la persona adecuada para resolver una necesidad determinada en un momento concreto. Pero no es una casualidad, es el resultado de su actitud, de querer conducir al grupo hacia la meta.

Acercándolo al plano profesional, a menudo confundimos ser jefe con ser líder. Así que te cuento en pocos puntos lo que creo que diferencia al líder del mero jefe:

– Centrado en la visión vs en la gestión
– Marca el camino vs sigue el camino marcado
– Promueve el cambio vs ejecuta el cambio
– Sirve a las personas vs a la compañía
– El poder se lo dan los colaboradores vs la compañía
– Compromete y estimula a su equipo vs les ordena y exige
– Orientado a resultados vs a la tarea
– Centrado en las oportunidades vs en los problemas
– Enfocado en el largo plazo vs en el corto plazo

Obviamente, lo ideal es coger lo mejor de cada uno en cada circunstancia. En cualquier caso, está claro que el jefe «de toda la vida» no es válido a día de hoy. No se puede dirigir a personas de hoy con modelos de dirección de hace medio siglo. Necesitamos otra cosa.

Lo que nuestras empresas necesitan es alguien que promueva el cambio, que marque el camino y que establezca las prioridades. Con personalidad para movilizar a los seguidores y llevarles a conseguir los fines marcados. Con mano izquierda para saber resolver tensiones o conflictos y así mantener y fortalecer la cohesión del equipo. Necesitamos líderes. Y líderes que consigan cumplir su función más importante, hacer nuevos líderes.

Referencias: «Dirigir personas: fondo y formas» (Juan Luis Urcola Tellería)